La panendoscopia o endoscopia superior es a menudo recomendada si estás experimentando:

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• Problemas Digestivos Persistentes:

  • Dificultad para tragar (disfagia).

  • Dolor abdominal crónico.

  • Acidez severa o reflujo gastroesofágico (ERGE).

  • Náuseas y vómitos recurrentes.

  • Diarrea crónica.

• Sangrado Gastrointestinal:

  • Heces negras o con sangre.

  • Vómitos con sangre.

  • Várices gástricas.

  • Várices esofágicas.

• Pérdida de Peso Inexplicada:

  • Pérdida significativa de peso sin razón aparente.

• Anemia por Deficiencia de Hierro:

  • Anemia inexplicada que podría estar relacionada con sangrado gastrointestinal oculto.

• Evaluación de Anomalías Detectadas en Otras Pruebas:

  • Anomalías vistas en radiografías, tomografías computarizadas (CT) o resonancias magnéticas (MRI).

• Control de Enfermedades Crónicas:

  • Condiciones como la enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa o enfermedad celíaca que requieren monitoreo regular.

• Detección de Cáncer:

  • Pacientes con factores de riesgo altos para cáncer de esófago, estómago o colon.

  • Detección temprana de cáncer en pacientes mayores de 50 años o aquellos con historial familiar de cáncer gastrointestinal.

• Evaluación y Tratamiento de Infecciones:

  • Pacientes con infecciones sospechadas en el tracto gastrointestinal superior o inferior.

• Pacientes con Cirugía Bariátrica:

  • Evaluación preoperatoria y postoperatoria en pacientes sometidos a cirugía de pérdida de peso (balón gástrico).

• Extracción de Cuerpos Extraños:

  • Pacientes que han ingerido objetos que necesitan ser removidos del tracto gastrointestinal.

La endoscopia es una herramienta invaluable que permite diagnosticar de manera temprana enfermedades como gastritis, úlceras, enfermedad por reflujo gastroesofágico e inclusive cáncer en sus etapas tempranas, pero la decisión de hacerte o no una endoscopia debe ser consultada con un médico especialista, quien evaluará tu historial y síntomas.